NAVIDAD CON SALUD ¿QUÉ TAL SI ESTE AÑO ELIGES QUERERTE BIEN?

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Hablar ahora de moderarse en Navidad, tal vez ya sea un poco tarde. Los turrones llevan colocados en las estanterías de algunos súper desde septiembre prácticamente. Y bueno, por lo general, nos tomamos muy en serio las tradiciones. Por mucho que los nutricionistas digamos año tras año, que no es bueno “enSuchard” tanto la alimentación, las consecuencias en enero las conocemos todos. Más kilos, picos de glucosa, tensión disparada, colesterol batiendo récords, etc…

No obstante, aún se puede salvar parte de la campaña, si nos ponemos ya mismo a ello. Hoy te voy a dar algunas sencillas pautas que te ayudarán a no perder el control para no tener que llorar cada vez que trates de abrocharte el botón del pantalón, una vez sobrio a mitad de enero.

PIENSA EN VERDE

Mantener un alto consumo de alimentos con baja densidad energética y alto índice de saciedad (frutas, verduras, hortalizas) incluso en estas épocas, es muy buena idea. Si logramos cubrir gran parte de nuestra cota de estómago con vegetales, quedará menos espacio para todo lo que engorda.

NO DEJES DE MOVERTE

No es necesario que vayas tres horas al gym. Con estar activos lo máximo posible, ya estamos mejorando. Aparca lejos, pasea al perro, usa escaleras, baila y haz mucho el amor. Toda actividad cuenta. Bueno, no olvides que practicar 2 sesiones de fuerza (pesas, calistenia, elásticos, autocargas, etc.) como mínimo 2 veces por semana, según la OMS, es una necesidad de primer orden a todas las edades, pues evita un sinfín de enfermedades incapacitantes. Si no sabes cómo, busca ayuda profesional.

DEJA DE POSTERGAR CUIDARTE

La gran mentira de “en enero comienzo”, o “dejo de fumar” o tantas otras, sigue siendo el consuelo preferido de quien elige no enfrentarse a la apremiante tarea, evocando un mañana en el que sí tendrá el ánimo necesario para iniciar el cambio. Esto no es así. Ese mañana perfecto nunca llega para quien piensa así. Mejor empieza hoy con pequeños cambios; por ejemplo, no comas tantos turrones y elige algo de fruta fresca para después de comer, consume pan integral en lugar de blanco, sorprende a tu hígado bebiendo más agua que alcohol, etc. Pequeños cambios que cuando los juntas, significan una enorme diferencia.

NO FLIPEMOS CON LA VARIEDAD NI CON LA CANTIDAD

Somos capaces de ingerir 3 veces o más nuestra necesidad diaria en una sola comida si lo que tenemos delante es muy variado y todo es extremadamente palatable. Siempre que podamos, configuremos un menú. Un plato inicial compuesto con vegetales, uno principal con alguna fuente proteica y carbohidrato y si tiene que haber postre que sea algo razonable: una macedonia. Es mucho mejor que hagamos hincapié en la calidad y no tanto en la cantidad y variedad. Calcular bien las raciones es mejor que cocinar a boleo para que coma un regimiento. Acuérdate de tus empachos más memorables. Lo sé. Fueron esos días en los que cada uno traía algo delicioso para todos. Es decir, si éramos 20, 20 cosas deliciosas para todos. De terror.

ALCOHOLÍZATE LO JUSTO; ENGORDA MENOS.

Entre las muchas propiedades destructivas que proporciona el alcohol en todos sus formatos, la que menos nos preocupa a los nutris y sin embargo más horroriza a la población en general, es su increíble capacidad para convertir en grasa de engorde todo cuanto comes. Sobre todo cuando se sobrepasa el superávit calórico. Es decir, cuando comemos más allá de las necesidades. Si te gusta beber, mantén un consumo de alcohol lo más bajo posible (tres partes de agua por una de alcohol) y en las comidas que vaya a haber alcohol, modera mucho el contenido en grasa y carbohidrato refinado. Ahora ya sabes: alcohol + cordero, croqueta y turrones = + tocino pal body.

ENFÓCATE EN LOS DEMÁS; SON MÁS IMPORTANTES QUE LA COMIDA

Muchas veces estamos tan centrados en el tema alimenticio, que nos olvidamos que el supuesto cometido de la celebración judeo cristiana navideña, no es otro que el de confraternizar. Pues eso. Como hubiese dicho el maestro Yoda si hubiera sido nutricionista: “Si consigues concentrarte lograrás de la comida descentrarte y en la conversación adentrarte”. Bromas aparte, el que sí hablo de este asunto fue el abogado romano Cicerón. Y además lo hizo antes de Cristo, en una época en la que en lugar de la Navidad se celebraban los festejos Saturnales y en lugar del Niño Jesús, el 25 de diciembre nacía el dios Apolo. Este influyente personaje histórico dijo: “El placer de los banquetes debe medirse no por la abundancia de los manjares, sino por la reunión de los amigos y por su conversación”. Ahí entra conversar con tu cuñado también. Sé que no es fácil, pero vale la pena intentarlo.

CUIDADO CON LAS SOBREMESAS

Si ya hemos comido hasta tener los ojos saltones, quedarnos todos en la mesa contándonos chistes, no es mala idea siempre que no sea observando bandejas cargadas de dulces navideños. Es mejor retirar todo lo comestible y traer juegos de mesa o directamente jugar a algo que sea movidito; un baile en familia ¿por qué no?, pero que no sea reguetón, por favor. No es bueno para la salud, muchos estudios han mostrado que mata neuronas. Es broma. Lo que sea que te haga moverte. Salir a pasear también es una buena forma de alejarte de las bombas calóricas, y de paso ya vas bajando un poco la ingesta.

MODERARSE PARA NO DESPERDICIAR SALUD

Una de las cosas más importantes que debemos aprender antes de que sea tarde, es la importancia de cuidar la salud cuando aún te queda. Una vez que la pierdes es difícil de recuperar, aunque no imposible. Como realmente no sabemos la que nos ha tocado es mejor no derrocharla. No olvidemos cuanta de responsabilidad tenemos en nuestro bienestar físico y mental. No dependemos únicamente del sistema sanitario,  de los fármacos o de la suerte. Nuestras malas decisiones nos llevan por sitios donde en realidad no queremos estar.  El escritor Raimon Samsó  dice que “sin disciplina no somos libres, sino esclavos de nuestra búsqueda de placer efímero”. También el Marqués de Vauvenargues, dijo: “La moderación es el estado del alma que es dueña de sí misma

 Y hasta aquí los nutriconsejos. Deseo que estas Navidades vuelvas a descubrir cuánta satisfacción puede haber también en otras cosas que nutren el alma y no dañan el cuerpo. No olvides que quien come hasta reventar y bebe sin mesura, no sabe disfrutar ni de comer ni de beber. ¿Qué tal si este año eliges quererte bien?

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